El chófer del ex alto cargo de Griñán dio un sobre con 15.000 € en efectivo a un proxeneta de Sevilla
«Parece una película». Fueron las palabras que utilizó el fiscal Fernando Soto para definir el escándalo que rodea al ex director de la Faffe Fernando Villén y sus gastos en prostíbulos. En total, una docena de juergas pagadas con tarjetas bancarias de la citada entidad pública, entonces perteneciente a la Junta socialista de Andalucía.
La noche del 22 al 23 de marzo de 2010, el chófer de Villén entregó, a instancias de éste, un sobre con 14.737 euros en metálico al responsable del prostíbulo Don Ángelo, en Sevilla, después de una prolongada fiesta entre mujeres y excesos.
Ese mismo día, según testificó en la segunda sesión del juicio un agente de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Policía Judicial de la Guardia Civil encargado de la investigación, la ex directora económica financiera de la Faffe, Ana Valls, cobró «en metálico» dos cheques por valor de 6.300 euros de las cuentas de la entidad sin que ello quedase «reflejado» en la contabilidad, presumiblemente para «paliar» el gasto de aquellos 15.000 euros. De esos cheques «no se ha vuelto a saber» nada, según relató el fiscal, que ha definido la trama como «un sencillo caso de corrupción».
Concretamente, el día 22 de marzo -lunes- de aquel año, se efectuaron en el Don Ángelo siete pagos por valor de 5.742 euros con la tarjeta 554013101324XXXX. Al día siguiente se realizaron nueve pagos más para un total de 8.995 euros, lo que elevó el dispendio a los ya citados 14.737 euros, que desde la Faffe solventaron con un sobre repleto de billetes entregado en mano al gerente del local.
Este martes, y a preguntas del fiscal, Ana Valls sostenía que no cuestionó a Villén de qué manera dilapidó semejante cantidad de dinero en una sola noche. «No procedía que le preguntase», afirmó. Sí ha reconocido que pensó: «Dios mío, en qué se lo habrá gastado», aunque dedujo que habría estado «tomando copas con amigos».
El chófer de Villén ya reconoció en 2021 ante la comisión de investigación del Parlamento andaluz que, efectivamente, le llevaba a «sitios con lucecitas». «Si tiene esa debilidad, no es cosa mía», zanjó. El ex director de la Faffe ha admitido en el juicio que frecuentaba clubes de alterne, así como el «uso indebido»de las tarjetas ‘black’, pero recalca que todo «ese dinero se devolvió».
En total, y según el auto de la juez Mercedes Alaya, 32.566 euros inicialmente destinados a la formación de parados andaluces acabaron en prostíbulos. Pero no sólo ahí. Las tarjetas de la Faffe también pagaron despilfarros en El Corte Inglés (113,90 euros), restaurantes (21.005 euros), hoteles (2.521 euros), peajes (11.200 euros), estaciones de servicio (216,39 euros), discotecas (136 euros) y talleres de vehículos (173), además de 4.321 euros en «otros gastos sin datos», según recoge el atestado de la Guardia Civil.
La Fiscalía Anticorrupción pide seis años de cárcel para Fernando Villén por un presunto delito continuado de malversación de caudales públicos, en concurso con un delito continuado de falsedad en documento oficial cometido por funcionario público. Para Ana Valls pide cuatro años de prisión por los mismos delitos.
«Sólo fui diez veces»
El juicio con jurado popular contra el ex alto cargo de la Junta socialista arrancó en la Audiencia de Sevilla este pasado lunes, un día después del 28M, a fin de no interferir en las elecciones. En la primera sesión, Villén declaró que sólo visitó prostíbulos en «diez ocasiones» durante los siete años que estuvo al frente de la Faffe. Añadió además que «cuando uno está en un local de esos, uno toma copas y eso afecta a las facultades. Arrastro un deterioro de mis relaciones personales, sociales y familiares y toda una depresión. Siento un arrepentimiento muy grande».
Cabe recordar que Fernando Villén figura además como investigado en otra pieza de esta macrocausa, en este caso por las contrataciones en la Faffe del ex alcalde socialista de Lebrija (Sevilla), Antonio Torres García, por la sola «afinidad y vinculación personal y política» entre ambos, así como del concejal de Dinamización Cultural y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Jerez de la Frontera (Cádiz), el socialista Francisco Camas, también de forma «irregular, injusta y arbitraria».